Desde que era niño, he estado rodeado de artistas: cada día después de la escuela entraba en el taller de escultura de mi padre, donde me maravillaba al ver a varias personas creando constantemente algo nuevo.

Soy el Director General de nuestra empresa desde 2017, y a lo largo de los años he adquirido innumerables experiencias en el mundo del arte. La lección más importante que he aprendido es que la confianza es esencial en la vida cotidiana; es la base de todo.

Hoy en día puedo decir que conozco bien tanto a los clientes como a los artistas. Están unidos por un propósito común, como los dos polos de un imán, pero a veces es difícil crear una combinación perfecta.

Por eso pensé que era importante que existiera alguien que los representara, que conociera su forma de pensar, sus emociones, cómo trabajan. Alguien que entienda y sienta lo que necesitan, que no solo esté al tanto de los problemas que enfrentan, sino también de la forma más efectiva de resolverlos: así es como construí Megyeri Art Management.